
Maina hornea y calienta con quemadores compactos e industriales de Weishaupt
No hace falta ser un gran experto en pasteles ni ser italiano para reconocer el ligero envase de cartón en forma de cúpula con asa y la inscripción “Panettone”: así es como se envuelve el pan dulce con frutas, que habría sido inventado por un panadero milanés llamado Antonio para despertar el apetito de su amada. Pane, en español pan, y panettone, lingüísticamente un poco distorsionado: el pan de Antonio.
El éxito de este producto horneado es difícil de superar: su producción, que ahora también se realiza a escala industrial, alcanza varios millones al año, los panes se consumen desde hace tiempo en toda Italia y se exportan a medio mundo.
Entre los fabricantes tradicionales se encuentra la empresa Maina. Ubicada en el municipio piamontés de Fossano desde 1969, esta gran panadería, fundada cinco años antes, se ha especializado desde entonces en la producción de dulces de masa leudada, con un proceso de panificación bastante elaborado.
Una de las principales razones del éxito de la empresa es el alto nivel de modernización del proceso de producción. A lo largo de las décadas, las instalaciones se han ampliado y actualizado con lo último en tecnología, incluyendo quemadores de Weishaupt.
Se han instalado, tanto en la producción, para alimentar los hornos de panadería, como en el área administrativa, para la calefacción de los ambientes, un total de 14 quemadores de gas de los modelos WG10, 20 y 30, además de los WM-G10 y 20. Su confiabilidad, el bajo consumo de combustible y la gestión optimizada de la combustión fueron decisivos para la asociación entre estas dos empresas familiares tradicionales, que se remonta a 2008.
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